Si las chicas lo desean, se aparean con cualquier toro. Así que este hombre cumplió todos sus deseos. ¿Crees que las morenas son tan ingenuas? No, son perras, lo puedo ver en sus ojos. Ordeñan a los hombres uno por uno, como un rebaño. ¡Un litro de leche al día es la norma para ellas! ¡Yo azotaría a esas lecheras con fuerza para que se hincharan como globos!
Probablemente, la morena no esperaba tal giro de los acontecimientos, pero decidió no perder la oportunidad. Por ello, sucumbió a los encantos del ganador, poniéndose de rodillas frente a él y chupando su gran polla. Luego decidió darle un respiro de la tensión en el ring, y se puso su propio coño en diferentes poses. La ventaja de estos hombres: se sienten cómodos prácticamente en cualquier posición, pueden levantarla, y lo principal es no usar la fuerza con violencia.
¡Eso es lo que yo llamo paternidad! La hermana vino a buscar su polla por la mañana. Debe haber estado esperando en la puerta durante una hora para que su hermano se despertara. ¿Cómo puedes decir que no a esta encantadora criatura? No es su culpa haber nacido rubia.