Muchas mujeres hacen más que eso cuando están a solas consigo mismas. Pero las reglas artificiales no les permiten relajarse con un compañero. No en vano dicen que una mujer inteligente lo tiene en la cabeza, una tonta lo tiene en la boca. Incluso conozco hombres que rechazan categóricamente esas libertades.
El hijastro se volvió loco: ¡pidió a su madrastra que le ayudara a descargarse! Al final ella sólo accedió a hacerlo una vez. Ja, ja, ja, y luego ella misma admitió que su papá nunca la había jalado tan bien. Atrapó al pez en un anzuelo - ¡ahora revoloteará en él durante mucho tiempo!
Gargantas profundas